Friday, November 30, 2007

Suele pasar


El hombre heterosexual, ¡vaya espécimen!. Mi experiencia en las reacciones que han tenido al mencionar mi orientación sexual se resume en dos:

a) Poco menos que bailar la danza de la lluvia al enterarse. Supongo que no todos, pero los que yo he conocido si. Tú dices: "soy bisexual" y ellos escuchan: "cama de tres". El 99% de este tipo de hombre han recibido su educación lésbica en la pornografía, donde la intimidad entre dos mujeres dista mucho de ser lésbica, y así ellos juran que lesbianas teniendo sexo es igual a dos chicas en la cama que sueñan con su pirulín.

b) Sentir una especie de castración o impotencia, ¿cómo es posible que una mujer pueda ser sexualmente feliz SIN un hombre (es decir, sin una verga)?. Y comienza la lucha, no falla, comienzan a sondear si es que tuve "malas" experiencias con hombres. Yo respondo que no, que muy al contrario la he pasado divino con un hombre, como la he pasado fenomenal con una mujer. Es, sencillamente, graciosísimo cómo se esfuerzan por convencerme que si le permitiera, él me haría cambiar de opinión. Me lo asegura, sufriendo el hombre porque puedo prescindir de un falo para estar satisfecha.

...

Ahora, yo me pregunto. ¿Quién ha dicho que estar con una mujer necesariamente implica que no hay un buen pene?, y ¿quién dijo que estar con un hombre garantiza que lo tenga?. Y no me refiero a dimensiones y centímetros, ni tampoco al eterno saberlo usar.

Mucha gente piensa o cree que estar íntimamente con un hombre o con una mujer es muy diferente. Yo he estado en pareja por años con un hombre y también he estado en pareja por años con una mujer. Mi experiencia es que es lo mismo. Claro que cada persona es diferente, pero eso no es porque sea hombre o mujer, sino por ser otra persona, nadamás.

El proceso es igual, me enamoro, me entrego, hay ajustes, hay desajustes, hay noches de pasión y las hay de hablar, hay peleas, desencuentros, reconciliaciones y aciertos. "Si, si"- me dice alguien- "pero pero en la cama, en la cama debe ser muy diferente". No, no para mí. Yo hago exactamente lo mismo que hago con un hombre cuando estoy con una mujer. No entro en detalles porque no pretendo que esto sea una narración de mi forma particular de ser, yo pretendo que esto sea un poquito de luz para dismitificar la ternura, violines y ausencia de posesión o agresividad en la relación sexual entre dos mujeres.

Dulzura o fuerza nada tiene que ver con estar con un hombre o con una mujer.
Actitudes machistas o feministas nada tienen que ver con estar con un hombre o con una mujer.
Roles o reacciones, gustos o quién hace qué, nada tiene que ver con estar con un hombre o con una mujer.

Pero, como se menciona en el post anterior, hay rasgos, maneras o porte que atraen a unas o unos, mientras que a alguien más pueden resultarle indiferente. No que sea rechazo, simplemente, que no le mueven ni una hormona.

Qué bueno que hay 31 sabores en la heladería de a la vuelta, pero a mí, chocolate.

Sunday, November 11, 2007

Relax

Tuesday, November 6, 2007

gusto y atracción

Yo solía asistir a un evento social de lesbianas que se juntaban los martes por dos horas y se hacían charlas de temas variados. Habíamos unas pocas bisexuales, la inmensa mayoría eran lesbianas. A estas reuniones le llaman chat groups y, por lo general, al inicio de cada sesión se leían las reglas de conducta y luego se abría el foro a que las mismas participantes sugiriéramos temas a conversar ese día y entonces decidíamos el orden de preferencia en los temas a tocar. Yo casi siempre he disfrutado y aprendido mucho en estos convivios.

Muchas veces salió el tema de la bisexualidad y UYYY, madre mía, ¡qué apasionamiento!, algunas crucificaban, otras opinaban, otras condenaban, otras desacreditaban, otras defendían, pero, en general, ése y el tema de religión WOW, se volvía candente. Y, lo que suponía que era un espacio de discusión se convertía en un debate. Algunas enrojecían de furia hablando pero bueno, en realidad, no es de estas ocasiones del las que trataré aquí hoy.

En una ocasión, al inicio de uno de estos encuentros, una chica con imagen punk dijo con agobio "yo quiero hablar de la ridiculez de las parejas butch-femme" y casi sin dar espacio a que la facilitadora del grupo apuntara este tema como una de las propuestas continuó "estoy HARTA de que sigamos imitando a las parejas heterosexuales, butch-femme, el machito y la mujercita. Una coje, la otra se deja cojer, una la protege y la otra la atiende....." esto haciendo gestos ridiculizando la escena y con real asco. Otra la secundó y dijo "yo estoy harta de que las butch me acosen y las femme ni se me acerquen, yo soy femenina pero ME GUSTA LE MUJER FE-ME-NI-NA". Otra chica un poco andrógina dijo "la mujer butch es butch por como viste, porque una vez en la cama y desnuda es tan mujer como cualquiera. La masculinidad se la da la ropa únicamente".

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Dice el dicho que cada quien habla según como le fue en la fiesta. Yo puedo decir que aprecio la autenticidad. No me gusta cuando una chica masculina se esfuerza por ser femenina, esto lo vi dolorosamente con una excompañera de la escuela, en la universidad. Ella era cristiana, marcadamente masculina y notoriamente lesbiana (a mi parecer). Ella decía aleluya y amén continuamente y vestía con falda y rosa pálido absolutamente todos los días. Sin embargo, nada le atenuaba lo evidente.

También conozco lo opuesto, las que no son taaan machitos y están presumiendo más de la cuenta jajaja. Están queriendo atraer a alguna chica que gusta de las butch y en vez de verse andróginas natural, más parece un acto de convencimiento afianzando cada minuto su virilidad. Esto lo he vivido muy de cerca y, al menos a mi parecer, no resulta efectivo ese plan de acción.

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Pero bueno, creo que decir butch, soft butch, andrógina, neutra, light femme o femme... es aplicable a cualquier mujer muy independientemente de su orientación sexual y que, al final, se trata de aprender a conocerse una misma, amarse y descubrir qué nos gusta, qué nos atrae de otra persona y no romperse tanto la cabeza. Si algo me gusta, me gusta. Si algo no me gusta pues... ¿no?