Monday, October 29, 2007

Contra viento y marea

¿Te imaginas a una bisexual diciendo "nosotras"?

Una bisexual enfrentando lo inesperado, lo predecible, lo ridículo, lo grandioso, lo sagrado.

Hasta el día de hoy no he conocido una bisexual que su primera relación haya sido con una mujer. Por sentir sincera atracción hacia el sexo masculino, la mayoría de las bisexuales seguimos un curso "natural" en gustar de tal o cual niño y que en las primeras fantasías de romance y estabilidad, el personaje seductor tenía carita de varón. Todo en la sociedad fortalece la inclinación hacia relación hombre-mujer, por lo que el descubrimiento de tener la capacidad de amar (como pareja) a una mujer, es algo que despierta con gran lentitud. Al menos, así fue para mí.

El despertar sexual que acompaña a la adolescencia es doblemente difícil para las chicas lesbianas porque ellas atraviezan todos los cambios hormonales, psicológicos y emocionales que cualquier adolescente ha de sacar adelante, más la terrible carga de culpa y vergüenza que la mayoría de las personas depositan en sus corazoncitos y sus mentes, con frases tales como: antinatural, abominable, asqueroso, torta, tortillera, endemoniada, mala influencia, pervertida, y un laaaaaargo etcétera son rechazos y etiquetas que las bisexuales también enfrentamos, en el instante mismo que decidimos caminar de la mano de una endemoniada, DIGOOO, de una lesbiana. Sin embargo, esto generalmente ocurre cuando la adolescencia ya pasó y se es una mujer hecha y derecha. La edad hace más difícil doblegar a un espíritu con toda esta carga, además, la pareja (por lo general lesbiana) tiene ya la coraza muy gruesa y sabe proteger y protegerse de los ataques externos.

Las primeras veces que yo sentí atracción por una chica, más bien era admiración. No lo identificaba como atracción y no fue hasta que conocí a la que fue mi primer pareja mujer, que yo vi claramente que yo estaba enamorada. Ya tenía yo 28 años y no tuve el más mínimo problema interior al concientizar lo que estaba sintiendo. Sospeché que iba a haber una tormenta con la familia y las amistades, pero no tuve un revuelo interior de ninguna clase con aceptar y acoger mi propio sentimiento. Ello no significó que no fuera necesario ir poco a poco con el tema intimidad, y no por pudor, sino por romperse tantos esquemas en mis creencias. No saber cómo actuar y ser incapaz de imaginar que existían las mujeres "masculinas" fue algo que hoy hasta me hace reir. Elijo amar mi proceso y lo vivido porque es mi vida.

...bueno, cuelgo este post, pronto otro capítulo.

Friday, October 26, 2007

¿tú crees?

Mucho se dice que las bisexuales somos de cascos ligeros. Es una característica adjudicada a las de mi clan, que he escuchado de parte de la comunidad lésbica más que de ninguna otra.

Yo, en lo personal, canto como los ángeles pero no soy uno. Sin embargo, no tengo cola que me pisen en relación con esta debilidad. Por lo mismo, una de dos: a) O soy una extrañísima excepción a la regla, o b) Se trata de una conducta individual resultado de una desición ante la tentación, y no resultado de una orientación sexual.

Mesura, auto-gobierno, lealtad, honestidad, fidelidad, prudencia... todos estos valores humanos se viven porque se decide practicarlos y se requiere fortaleza interior. Yo puedo decir que, en distintos tiempos, me "pusieron los cuernos", uno era hetero y la otra lesbiana. De inmediato supe que eran bisexuales reprimidos JAJAJAJAJA. No, ya en serio, creo que la "fama" de las bisexuales de ser infieles se debe a tres razones: a) El ser humano tiende a temer lo que no le es familiar, b) Es muy común que en el autodescubrimiento de la identidad sexual, muchas personas se plantean el ser bisexuales antes de descubrir o aceptar ser homosexuales y c) Cuando la infidelidad se da de parte de un hetero o una lesbi, pues sólo se dice que es un "cabrón" o una "cabrona" y ya. Mientras que si la infidelidad se da de parte de una persona bisexual y fue con una persona del otro sexo, pues la infidelidad no fue por ser cabrona, sino por ser bisexual.

Respecto a estos puntos, me extiendo.

¿Si o no nos ha pasado estar junto a personas diferentes a uno y no saber cómo actuar?, sean síndrome down, extranjeros, una persona enana, alguien en silla de ruedas, o una transgénero, etc. Esto también suele ocurrir cuando estamos en lugares que no nos son familiares, a veces en un restaurante fuera de nuestro rango económico, o en una fiesta con personas que no son de nuestra edad, o en un país con una cultura completamente distinta a la acostumbrada, etcccc. De igual manera, la palabra bisexual es muy fuerte. Para alguien que no está acostumbrado a convivir con una o no lo es, esta identidad despierta muchas dudas. Al final se trata más de miedo a no satisfacer las necesidades de la persona bisexual. Nadie queremos sentirnos menos para la persona deseada, por lo que pienso que es una primera reacción muy natural.

Cuando yo he conversado con chicas lesbianas que piensan que las bisexuales somos infieles, casi siempre lo que les hace ruido en la cabeza son cosas simples como el que "extrañemos" estar con un hombre. Que no nos comprometamos al 100% en una relación lésbica porque siempre podemos "safar" de la presión social estando con un hombre. O por creer que lo que nos pasa es que no tenemos las agallas para aceptar la homosexualidad y recurrimos a un hombre para afianzarnos. Y, bueno, no dudo que hayan algunas personas que sientan menos crudo el decir "soy bi" que decir "soy gay" y sus razones (válidas o no) tendrán. Creo que los procesos de cada persona son eso, de cada persona.

Colgaré este post ya. En el próximo hablaré de compromiso en una relación lésbica. Palabras de una bisexual de tantas, es decir, sólo hablo de mi experiencia personal.

Wednesday, October 24, 2007

Misión de este blog


Misión:
Plasmar en letras e imágenes la belleza de la bisexualidad

Valores principales:
Respeto, compasión, serenidad y honestidad.

Características de los escritos:
- La o el lector, sea de la opinión que sea, es bienvenido. Lo escrito es para compartir e informar, no para atacar las creencias de nadie.
- Este blog es un lugar íntimo, vulnerable, que deja ver lo que hay dentro. Es una puerta entreabierta que invita a pasar y ver lo muy personal.
- Se acogen confesiones, confusiones, preguntas sinceras, aportaciones. Siempre con el fin de crear vínculos y buscar unir.

Lo que no es este blog:
- Un centro para desahogar frustraciones o desamores.
- Un movimiento político.
- Un lugar para acusar o condenar a quienes piensan diferente o que, a nuestro parecer, actúan mal.

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Se inicia este blog con la mejor intención y abierta al cambio. Aprendiendo en el camino.
Gracias de antemano.

Tuesday, October 16, 2007

Alguna vez

¿Bisexual?

¿Qué rayos es eso?... mientras estuve con un hombre nunca pasó por mi cabeza si yo era heterosexual, lo juro. Yo solamente amaba a este hombre y tantán. Años después me enamoré de una chica. Desde ese momento, términos como "tortillera", "bisexual", "buga", "pasiva", "activa", "en el clóset", "fuera del clóset", "activismo", "abominable", "antinatural", "día del orgullo", "minoría", etccc llovieron sobre mi cabeza y, por un tiempo, dejé todo esto completamente fuera de mi vida pues yo sólo amaba a esta mujer y tantán.

Recuerdo que rechacé el término "bisexual" porque, en ese tiempo, lo entendí como el estar envuelta en dos relaciones a la vez (con un hombre y con una mujer). De manera que creí que si estaba con un hombre entonces yo era hetero y si estaba con una mujer yo era lesbiana. Realmente me costó desmenuzar y entender toda esta nueva subcultura .
Fue hasta que llegó a mis manos un libro, un regalo hecho por una heterosexual: "Más que amigas" de Jennifer Quiles. Este libro me ayudó inmensamente. Cuando llegué al capítulo del bisexualismo sentí que la autora, una verdadera genio, describía lo que yo era y entendí mucho sobre mí misma.

No opino que seamos todas iguales ni que yo esté dando voz a lo que es una bisexual. Pero gracias a Jennifer Quiles entendí el por qué había situaciones en las que yo me sentía más cómoda entre chicas heteros y por qué en otras ocasiones me sentía más agusto entre lesbianas. Y es que, al principio y por mucho tiempo, no conocí a ninguna bisexual.
Hoy entiendo la bisexualidad como una naturaleza. Tenemos una sensibilidad muy especial. Ni mejor ni peor, simplemente única y me gusta.